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rua

Lo siento, pero esto va a peor.

El Tribunal de Gran Instancia de París ha prohibido "por blasfema" la última campaña publicitaria de la marca de moda Marithé Francois Girbaud. Los carteles de la firma de ropa presentan una fotografía que parodia el cuadro ’La última cena’ de Leonardo da Vinci.



Esto es la decadencia, chicos.
No es que los pijos ahora sean un escándalo,
es que ahora el escandalo es pijo.
Vaya, que se ha puesto de moda cogérselo con un papel de fumar,
pero eso sí, utilizando estéticamente los dedos y el papel.
Solo hace falta que salga ahora un nuevo Adolfo Domínguez
y diga que "la blasfemia es bella".



Por ejemplo, yo hubiese hecho un cartel de Última Cena
más en la línea de Buñuel.
Pero esto es promocionar el feismo,
y lo feo ni es pijo ni es escándalo.

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