Manolo 3 (intermezzo)
Lo que estoy transmitiendo en todo lo que puedo escribir es que estamos asistiendo a un punto culturalmente bastante siniestro. Se nos está inculcando por parte de la cultura dominante, primero la inutilidad del saber histórico, la inutilidad de la indagación hacia el pasado y también la inutilidad de tener utopías, de pensar que las cosas podrían ser diferentes.
Si se hace un análisis del por qué estos dos planteamientos culturales llegan al mismo tiempo se ve que están perfectamente ensamblados, y te obligan a estar sólo pendiente del presente, a no juzgar nunca el espectáculo del desorden, social o económico, a no buscar de dónde viene. Como te han extirpado el derecho a analizar quién es el culpable en el pasado de esto de hoy, además la historia se queda sin culpables, que es lo que les interesa.
En segundo lugar, cuando tú dices que deberíamos organizar las cosas de una manera diferente, te dicen, oiga, usted es un utopista peligroso, ¿no se ha dado cuenta usted de a dónde nos han llevado las utopías del siglo XX? que, ¿a qué te obligan?, a aceptar lo que te dan: el orden que te dan, el mercado de trabajo que te dan, las relaciones Norte-Sur que te dan, las relaciones centro y periferia que te dan... porque si tú dices que podría ser de una manera diferente, casi cae encima tuyo el estigma de post-revolucionario nostálgico.
Por eso, para creer en el futuro hay que pensar que hay que recuperar por una parte el pasado y saber las causas de lo que estás viviendo y por otra parte ejercer el derecho que tiene toda promoción humana nueva a modificar lo que encuentra.
Palabras de Manolo, en una entrevista publicada en El Correo de la Unesco. Octubre 98.
(Continuará)
Si se hace un análisis del por qué estos dos planteamientos culturales llegan al mismo tiempo se ve que están perfectamente ensamblados, y te obligan a estar sólo pendiente del presente, a no juzgar nunca el espectáculo del desorden, social o económico, a no buscar de dónde viene. Como te han extirpado el derecho a analizar quién es el culpable en el pasado de esto de hoy, además la historia se queda sin culpables, que es lo que les interesa.
En segundo lugar, cuando tú dices que deberíamos organizar las cosas de una manera diferente, te dicen, oiga, usted es un utopista peligroso, ¿no se ha dado cuenta usted de a dónde nos han llevado las utopías del siglo XX? que, ¿a qué te obligan?, a aceptar lo que te dan: el orden que te dan, el mercado de trabajo que te dan, las relaciones Norte-Sur que te dan, las relaciones centro y periferia que te dan... porque si tú dices que podría ser de una manera diferente, casi cae encima tuyo el estigma de post-revolucionario nostálgico.
Por eso, para creer en el futuro hay que pensar que hay que recuperar por una parte el pasado y saber las causas de lo que estás viviendo y por otra parte ejercer el derecho que tiene toda promoción humana nueva a modificar lo que encuentra.
Palabras de Manolo, en una entrevista publicada en El Correo de la Unesco. Octubre 98.
(Continuará)
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