VIÑAS DEL VERO. CABERNET SAUVIGNON 01
Un vino que dice mucho y bien de la bodega que lo concibió: Viñas del Vero, la gran valedora de la denominación de origen Somontano. El Somontano ha sido una revelación y una revolución, y ha creado adictos, entre los que me cuento. Les invito a coger el coche y hacer una excursión a Barbastro, para comprobar que esos suelos calizos, alrededor del río Vero, poseen las condiciones perfectas para el cultivo de la vid.
Aquí tenemos un ejemplo. Este vino es un varietal, y todo varietal es de por sí, un compromiso, porque refleja como en un espejo, tanto sus cualidades, como sus defectos. No hay posibilidad de aminorar la pujanza de una uva, con la delicadeza de otra. Y si encima hablamos de un vino elaborado cien por cien con Cabernet Sauvignon, ya de por sí potente y un tanto rebelde, entonces nos encontramos con un decidida vocación de excelencia.
Como a mi no me gusta saborear el vino en solitario, pues para algo se han hecho las botellas con la medida justa para compartirlas entre dos, se me ocurre recomendar este Cabernet Sauvignon del 2001 para celebrar, con alguien a quien quieras mucho, las pequeñas alegrías cotidianas, esas buenas sorpresas que de vez en cuando te da la vida. No es un vino para grandes fastos, sino para cotidianos y sinceros gozos. Y sobre todo, creo que está hecho ex-profeso para la confidencia. Los antiguos latinos acunaron el dicho In Vino Véritas. Y este vino tiene mucho de verdad. Tal vez porque ha nacido a orillas del río Vero.
Aquí tenemos un ejemplo. Este vino es un varietal, y todo varietal es de por sí, un compromiso, porque refleja como en un espejo, tanto sus cualidades, como sus defectos. No hay posibilidad de aminorar la pujanza de una uva, con la delicadeza de otra. Y si encima hablamos de un vino elaborado cien por cien con Cabernet Sauvignon, ya de por sí potente y un tanto rebelde, entonces nos encontramos con un decidida vocación de excelencia.
Como a mi no me gusta saborear el vino en solitario, pues para algo se han hecho las botellas con la medida justa para compartirlas entre dos, se me ocurre recomendar este Cabernet Sauvignon del 2001 para celebrar, con alguien a quien quieras mucho, las pequeñas alegrías cotidianas, esas buenas sorpresas que de vez en cuando te da la vida. No es un vino para grandes fastos, sino para cotidianos y sinceros gozos. Y sobre todo, creo que está hecho ex-profeso para la confidencia. Los antiguos latinos acunaron el dicho In Vino Véritas. Y este vino tiene mucho de verdad. Tal vez porque ha nacido a orillas del río Vero.
4 comentarios
rua -
que tengo más artículos dedicados al vino. Solo por el placer de fastidiarle a usted.
arantza -
Chorche -
Agente secreto -